I’m still standing.

 

 

No lo entiendo, de verdad.

Después de tanto, tantas dudas, tanto llorar, tanta emoción, tanto de todo. Sigo aquí, sigo viva y, lo que es aún más increíble, sigo en pie. Pensé que a estas alturas estaría por los suelos, pensando en cómo lo iba a conseguir, yo, sobre todo yo. Coño, qué feliz estoy de no llevar la razón.

Os cuento cómo fue mi locura de día, que tuvo lugar un 27 de enero:

Total, que la noche anterior mi madre me dio otra super tila, que no me terminé de tomar (lo siento, mami). Esa noche no pude apenas dormir sin pensar en la beca, lo sé, algo insano, qué le hago, estaba muerta de miedo. Me desperté a las 5, intenté distraerme y escribí un relato para wattpad, que ahora que lo releo, es como ver el reflejo de mis miedos.

Llegué al colegio, durante el trayecto no podía con mi alma, tenía un pesar en el pecho, incluso me llegó a doler el estomago (es que soy muy sensible, no me lo toméis en cuenta). Y las horas pasaron, y el miedo a quedarme aquí era real, sé que estuve insoportable y quiero dar las gracias a mis amigos (e incluso a, ay no puedo decir su nombre, no quiere, bueno, Don Roso por decirme que estaba insoportable). Estabamos en francés y ya habían salido, pero como aquí la señorita tenía que ver las listas con su familia, se moría de ganas; le dije a mi amiga que las mirase, para que supiera si darme un hombro en el que llorar o una mano de la que cogernos y saltar. Cuando no escuché ni un sonido de mi amiga, pensé que era porque no había pasado, que todo se había acabado.

Tocó el timbre de la hora más interminable que he tenido, llegó el momento de la verdad, y yo no quería. Salí con mi amiga y Don Roso, mi otra bff no puedo venir porque se la su hermano estaba malo y la habían recogido a ella también, estaba esperando a mi hermana, loca de nervios y dando mini saltitos, llegué al punto de decirme que no podía llorar delante de todos, porque estaba al borde de las lágrimas. De una vez por todas salió mi hermana, y yo salí a toda máquina a reunirme con mi familia, ya puede soltar alguna que otra lágrima (solo ellos saben cómo de emocional soy). Y paré delante de un semáforo, y el mundo se me vino a abajo, pensaba que nunca lo iba a conseguir, que por qué yo, y gracias a mi amiga y a todas mis fuerzas conseguí moverme, ya que no quería avanzar ni un centímetro, no sabía si era capaz de afrontarlo.

Subí la calle y ya solo quedaban metros, las lágrimas corrían sin que yo lo quisiera. Abrí el email que me envió la FAO, entré y descargué la lista. Podía sentir todas las miradas en mí pero yo solo tenía ojos para esa lista, estaba mi nombre.

Pegué el mejor grito de victoria que me salió (quiero destacar queun hombre de la mesa de al lado se asustó tanto que tiró la copa), abracé a todo el mundo, lloré y mi madre, mi padre e incluso mi hermana lo hizo (aunque diga que es de felicidad, no la creo). Llegó el momento de fangirleo total con mi bff, que alguien le dé un premio por ser la mejor por favor, incluso llamamos a mi otra bff, todas llorando (o eso o mi bff, la que estaba en el móvil hacía cosas raras jajaja).

Después de un momento de calma, abrí WhatsApp y 65 chats y miles de mensajes, intenté contestar a todos (pero dejé a medio mundo en leído), me metieron a los grupos de bk2, qué emoción conocerlos a todos, por Dios; hice 100 y 1 llamadas a todos mis familiares y seguí contestando mensajes.

Pero de este día me quiero quedar con los «TE LO DIJE» de mis amigos, en el, como lo han bautizado ellos, «DÍA DE VAL-ERIA AMERICANA».

Y ahora solo tengo ganas y más ganas de seguir con esta aventura.

—fallviour.